Nunca me sentí así

-Viviendo en mi mundo no caía en que todo es posible siempre que te arriesgues.
-Yo nunca creí en lo que podía ver. Nunca abrí mi corazón a otra posibilidad.
-Yo sé que algo cambio. Nunca me sentía así. Y aquí… esta noche… podría ser el comienzo de algo nuevo.
-Me siento tan bien estando aquí contigo…y ahora, mirando tus ojos, siento en mi corazón el comienzo de algo nuevo.
-¿Quién habría pensado que los dos estaríamos aquí, esta noche?
-No lo sé, lo que sí sé es que el mundo parece mucho más hermoso si vos estás junto a mí.
-Y yo sé que algo cambió…
-…nunca me sentí así…
-…yo sé que es real –ambos dijeron-
Una fuerza casi sobrenatural, empujó los cuerpos hasta estar a menos de cinco centímetros de distancia, cara a cara, mirándose fijamente los ojos, el uno al otro. Allí estaban… transmitiéndose lo que sentían a través de miradas, diciéndose lo mucho que se querían, que se deseaban, sin hablar. Amaban escucharse decir nada. Sus silencios aturdían. Era la seriedad de su sonrisa lo que a ella le gustaba. Y su parpadeo lento y permanente de sus ojos, para poder verlo mejor, era lo que a él le gustaba de ella. Desde ese día, él decidió que la llevaría consigo. Llevaría como perfume su aliento de cada mañana.